Esta semana hemos terminado un programa MBSR en el Oncológico de Tarrassa (Barcelona) de 10 semanas, en el que han participado 15 personas (porque pacientes no es un buen término en este caso). Unas estaban luchando con la enfermedad, otras estaban recuperándose, otras estaban «curadas».
El curso fue organizado por la psico-oncóloga del hospital (Concha León) que participó en el programa y me invitó a impartirlo. Este programa forma parte de un proyecto de investigación, con grupo control, donde mediremos la eficacia de la técnica MBSR y cuyos los resultados saldrán en unos meses, pero hay algunas historias impresionantes que quiero compartir aqui.
– Una persona, que estaba en fase terminal, decidió dejar el curso las dos últimas semanas para hacer un viaje el solo !!!. Era lo que, se había dado cuenta, más ilusión le hacía. El curso le sirvió para darse cuenta de las ganas que tenía de viajar y reunir el valor para hacerlo antes de que fuera imposible.
– Otra persona fue operada del colon durante el curso y solo perdió una sesión, relatando a sus compañeros como entró a la operación meditando y como su pre y post-operatorio había sido mucho mejor por la técnica. Los enfermeros que la asistieron se mostraron impresionados de su entereza y serenidad.
-Otra persona presenció la muerte de su padre de 90 años durante el curso y lo relató con gran ecuanimidad, indicando que se había despedido con mucho cariño y con serena aceptación.
– Varias mujeres declararon que el curso no solos les beneficiaba a ellas sino que sus maridos/hijos estaban impresionados con su transformación y empezaban a meditar juntos. Una dijo que le había dicho que parecía que le habían dado un hechizo de como había cambiado.
– Otra manifestó que, gracias a la conciencia plena, habia vuelto a reir despues de muchos años sin hacerlo, y que ahora incluso encontraba sentido del humor en las cosas malas que le ocurrian.
– Otra consiguió reconducir una relación con su madre lastrada por años de críticas, la madre le pidió perdón y su vínculo se fortaleció.
– Otra mujer, cuya madre, sufría demencia, vió como su madre a pesar de no reconocerla la trataba con cariño y le hacía caricias, mientras que antes no se dejaba tocar y la rehuía. La mujer comprendió que su madre, aunque demente, reaccionaba a las emociones de la hija, y que ahora que su hija mantenia un estado afectivo más cariñoso su madre respondia de igual manera.
Bueno podría seguir con las 15 historias…pero no sería capaz de expresar la calidad y ternura de cada experiencia.
No son historia de curaciones milagrosas pero si son ejemplos de sanación, procesos donde la persona mejora la calidad de su vida y la armonía en las relaciones. La sanación tiene que ver con la dignidad y la integridad de la persona, independientemente de su proceso patológico. El dolor no es evitable pero el sufrimiento si. El dolor es mas llevadero desde la armonía de la persona.
Salí del curso agradecido a la vida por poder compartir esta experiencia mágica y con una gran sensación de ternura.
Gracias por compartir la experiencia, yo estoy en el proceso de aprender a vivir con cancer y estoy intentando aprender a meditar por mi cuenta, pero no es facil.
Animo y espero que sigáis ayudando a ayudarse a la gente.
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